SEÑOR MONGE COLÁS, Profesional aragonés del toro

Hace unos meses comenté que este profesional aragonés merecía hablar largo y tendido. Merece mucho más, pero desde aquí mi pequeña visión de un taurino aragonés que vale la pena.
Muchas veces olvidamos la figura del mozo de espadas.  Es verdad que hasta que no vives de cerca el toro, hasta que no sientes como algo especial una tarde de toros, no es fácil darse cuenta del papel interior de un SEÑOR DE ESPADAS.

Para la mayoría de aficionados desconocido, para algunos taurinos el chaval mañico que va de mozo de espadas y trabaja con el sastre Roqueta, para los toreros que lo tratan un peazo de profesional, para sus amigos un fenómeno.

La vida de vez en cuando te cruza con gente especial, a mi en el toro me ha pasado con varias personas, pocas. Los justos para todavía admirar y amar más esta afición. Jorge es uno de ellos.

Tapado dirían algunos, tímido dirán otros, cortao, reservado, muy suyo, todo eso dicen los que no lo han tratado.

Un profesional taurino distinto a lo que tenemos siempre en la cabeza referente al toro, ningún aire ni chulería que puede desprender cualquier personajillo que pasea por esos callejones.
Desde que empezó en esto poniéndose delante de becerras siempre ha sido igual, algunos de sus compañeros de escuela taurina siempre comentan que era menudo pero la vaca fuerte siempre era para Monge, firme, plantao, sin aspavientos ni galerías, así es Monge, de ahí eso de “se torea como se es” que aquí viene al pelo.

Con ideas claras ve que no va a ser el mejor con seda, luces y franela, cambiando de tercio pasa a las mismas telas pero con agujas, pasa a segundo plano para los que solo miramos desde fuera. Para los que lo conocen siempre está ahí, firme, plantao, sin aspavientos.

Mozo de espadas,  Díaz-Cañabate lo clava “No creo que ningún magnate del mundo, por muy poderoso que sea, pueda tener nunca a su lado un servidor de las condiciones excepcionales y valiosas de un mozo de espadas. Hablo, claro está, de los verdaderos mozos de espadas, porque ya sé que en el planeta de los toros abundan los pícaros que a todos los menesteres taurinos llevan su picardía. Un auténtico mozo de espadas es el hombre de confianza del matador y algo más. Un torero puede prescindir de mucha gente que le rodea en la plaza y fuera de la plaza, pero jamás de un mozo de espadas”.

A razón de esto Monge es mozo en toda regla, si el torero quiere la verdad él la conoce y se la dice, no es tímido, ni cortao con la verdad. Entiende esto de una sola manera, dura, pero que su gente le reclama. Aquí  es donde de verdad se muestran los profesionales, de puertas para adentro, cuando se huele el miedo, cuando hay que apostar, entonces es cuando hacen falta profesionales como el de Calatorao.

No solo para contratos, seguros sociales, cobros, pases, entradas, hoteles, fotos, silla, trastos, vestir, desvestir, controlar, discrección... Eso me atrevo a decir es lo de menos para un mozo de espadas, lo importante es la verdad, verdad que antes o después sale a la luz entre profesionales como el Señor Jorge Monge Colás.

No existen las picardías para este mozo de espadas. No da ni se da coba  sin razón, no es un cualquiera coge muletas, acerca vasos y rociador de manos, chanela de toros, de toreo y de verdad.

Aunque sepan quien es, muchos seguirán sin conocerlo...

Pd: No siempre los aplausos deben ser para los mismos.