viernes, 6 de julio de 2012

DESVELO...

De nuevo cuento con la aportación en mi blog, de algo que merece la pena leer entre líneas.
No es fácil entender esto de la manera que un profesional lo siente. Tenemos que usar nuestra imaginación y ponernos en su pellejo. Estas líneas nos ayudan a sentir mas cerca al torero.



El desvelo. Compañero de viaje, compañero de vida...
El toro te quita el sueño. Es una locura ser torero.


Pasa la vida pensando en él. Las noches en vela indagando en ti mismo buscando la forma de reinventarte, de ser mejor, de ser el mejor.


Llega el día. El viaje, el sorteo, el hotel... Se respira diferente; ya huele a toro...


Tu mente esta absorta, concentrada, como en otro mundo, en una burbuja impenetrable. La mirada perdida en el abismo, el gesto tenso y los nervios a flor de piel. Tumbado en la cama el techo parece un universo infinito. Sientes el viento por la ventana. Angustia, ilusión, incertidumbre... Duermevela inquieto. Los ojos cerrados no traen el descanso. Todo cuanto creías cierto, ahora se convierte en duda. La taleguilla, la castañeta, los machos... Se aflojan las rodillas y pesan los hombros. Un sudor frío recorre tu frente dejándote sin aliento.


Ves a la gente paseando y a los niños jugando. ¿Por que no seré yo uno de ellos?.


El sol aprieta y la mirada de los compañeros te golpea. El vestido parece de piedra y tu piel, de papel. El cerrojazo te saca del letargo dándote una bofetada de realidad. Toca el clarín, sale el toro, el pulso se acelera y de repente te ves en el tercio preparado para enfrentarte a tu destino. Al toro y a ti mismo.


No se de donde salen las fuerzas. Sientes la irrefrenable necesidad de torear. De darle la cara al toro antes de que te la parta. De darle la vuelta al miedo y convertirlo en fugaz perfil de belleza.
La cintura rota en un lance interminable, las muñecas de látigo y el alma de fuego. Lo que antes parecía el infierno, ahora es la gloria.


Es esa fuerza interior la que, en los peores momentos, te recuerda tu sueño, tu ilusión, tu creencia... La que te recuerda el porque de tantos desvelos... Es una locura ser torero... Bendita locura.

PD: Termina un día de toros. Sube y baja de emociones que da forma y vida a los toreros. No se dice adiós sino hasta luego, porque tarde o temprano, incluso esa misma noche, de una forma u otra, el desvelo, volverá...
M.C.






Mil gracias amigo, por dejarnos entrever vuestros miedos y glorias.





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