Ayer salía a la venta el libro autobiográfico del torero madrileño retirado José Miguel Arroyo “Joselito”.
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Portada del libro "Joselito, el verdadero" |
Lleva varios días el maestro en el candelero, sale por todos los medios de comunicación, ya sabemos, campaña de promoción del libro. Es mas, hasta hablan de su libro en el corral de gallinas “Salvame”. El precio que tiene que pagar el torero retirado por sacar un libro.
Le han realizado diferentes entrevistas estos días, y como es costumbre en el maestro, nos deja muchos titulares. Como siempre no se muerde la lengua, y saca a la luz ese genio y chulería que siempre le han caracterizado.
Algunas de sus perlas se refieren a toreros con los que ha compartido ferias, en el libro desarrolla y analiza mas de los mismos.
ESPARTACO, “Mi primer enemigo, que me aparto de algunos carteles. A pesar de su sonrisa perenne y sus abrazos efusivos, como los que sospechosamente me dio en Granada una tarde que corte mas orejas que él. Al día siguiente supe que me había sacado de las corridas que íbamos a torear juntos ese año. Utilizaba sus armas”
Aquí como oscense no soy imparcial, cuantas veces en mi plaza le he cantado eso de “Espartaco, Espartaco es cojonudo...”, me gustaría que contara Joselito a cuantos toreros quitó de sus carteles y seguro que dio abrazos sin ganas de hacerlo. Eso sí, dejo claro que no me gustan ese tipo de mamoneos por parte de las figuras en la elección de carteles. Para ser verdadera figura debes enfrentarte en la plaza con todos los toreros y ganados.
ENRIQUE PONCE, “Mi rival más directo. Somos muy diferentes como toreros y personas. Cuando tenia un día bueno yo mismo le decía con mucha chulería: `Desengañate, Enrique. Tú, ni soñando, llegaras a torear como yo despierto´”
No me gusta Ponce lo reconozco, y tal vez nunca haya toreado como el madrileño pero tal vez haya conseguido muchas mas cosas que Joselito. Ante todo respeto en lo que se hace público.
JOSE TOMAS, “El único con el que no he podido. Tengo un gran respeto por él, y eso que me tuvo jodido durante varios años. Era un torero de mi concepto, pero con mucho mas valor. Sabia que no podía llegar a su nivel y tuve que utilizar muy bien mis bazas para no dejarme impresionar y no salir vencido de antemano. A valiente no le ganaba. El único con el que no pude. Tiene dos cojones que le arrastran.”
Solo decir que hay que tener mucho valor para reconocer que alguien es mejor que tú.
CESAR RINCON, “Me tuvo a mal traer. El año de sus cuatro salidas a hombros de Las Ventas. Aun no le perdono el repaso que me pegó una feria de Septiembre en Talavera, porque en los bares y en las calles los paisanos me lo restregaron mucho tiempo. Así que cuando el colombiano aflojo fui implacable con él”.
Al igual que comenta de José Tomás que no le pudo, pienso que con el colombiano le paso algo muy parecido. No lo pondría nunca por encima de César Rincón.
JESULIN DE UBRIQUE, “Era un relaciones públicas cojonudo, también un gran torero. Fue un clásico aunque parezca lo contrario. Tiene valor y una gran técnica pero se perdió en el laberinto que él mismo se monto. Nunca me motivo ni tuve necesidad de competir con él. Si el mismo no se respetaba no tenia porque hacerlo yo”
Esto es lo mejor que ha dicho Joselito de Jesulin en su libro, a lo cual no tengo nada que comentar, pero siempre con respeto.
En este libro cuenta el torero su complicada vida, penurias, alegrías, familia, intimidades, sentimientos. Todo según él porque necesitaba contarlo. Y porque estaba preparado para contar su historia. En todo momento afirma que no lo hace por dinero.
En esto si que no trago maestro, por amor al arte usted ya nos dejo grandes faenas y momentos delante del toro. No me creo que saca a la luz sus trapos sucios porque llega el momento de hacerlo ni porque necesitara que la gente conociéramos su vida. No me lo creo.
Tiene usted fama de borde, de crítico y de no cortarse a la hora de decir las cosas como son, pues en esto a pecado. No veo en usted al tipo de persona que tenga la necesidad de contar sus penas y dejarlas al descubierto ante el gran público, en este caso lectores. Siempre ha querido dejar claro que no se dejaba manipular, tampoco quiera manipularnos a nosotros.
No ha sido en este aspecto del todo verdadero.