domingo, 11 de noviembre de 2012

NI LOS ROLLINGS NI RONALDO, LLEGABA MORANTE

Esto debía  pensar la gente que pasaba ese día por el aeropuerto de Guadalajara (México), expectación, medios de comunicación,  un grupo de mariachis y aficionados esperando a la llegada del maestro de La Puebla.(cuatro horas de retraso)

Que alegría y que envidia.

Ahora vamos a pensar en este recibimiento a un torero.
Os imagináis este recibimiento en alguna de nuestras ciudades, pues no!!! Ni en ciudades muy taurinas como Sevilla o Madrid existe una  expectación así en la puerta de los hoteles en los que se hospedan los toreros. Aquí en Zaragoza llega Morante, Manzanares o El Juli al  Gran Hotel, por decir uno, y como mucho alguien que anda por ahí le suena su cara de la televisión.

Podemos ver este recibimiento como algo organizado y preparado, de acuerdo, pero es que aquí ni eso.

Escuchaba a El Juli en su entrevista de Tendido Cero y comentaba que ya no se ve a los toreros como personajes a los que tener respeto y admiración.

A esto quería llegar, no le damos esa imagen en nuestro país a los toreros.  Porque tal vez aparecer junto a un matador de toros no es tan bueno o interesante como lo era en otras épocas. Por política, por esa falsa modernidad, por eso que muchas veces he escuchado en la calle de ser alternativo, cosmopolita.
Señores tonterías mil, como aficionado admiro y respeto a todos los matadores de toros, me gustarán mas o menos pero respeto y admiración por encima de todo.

Somos tal vez los aficionados a los toros en España gente que no vamos gritando por todas las esquinas o en cada conversación  nuestra pasión por los toros, imaginaros un fan de un grupo de música o de un futbolista que se retrae a la hora de decir que es incondicional de ese grupo o deportista, pues no!!!
Y esto es así con los toros, mucha gente con la que nos relacionamos diariamente en trabajos o bares no saben que somos aficionados a los toros porque tal vez en muchas ocasiones no queremos que surja esa discusión sobre que nos gusta la muerte y la sangre. Este no querer molestar hace mucho daño a nuestra afición.

Imagináis en la época de Joselito y Belmonte a los aficionados en la tabernas no hablando de toros por miedo a que les ataquen de que les gusta la sangre, no lo imagino la verdad.

Modernidad mal entendida.

Por cierto, la próxima vez que toree Morante en Aragón deberíamos ir a recibirlo con un grupo de joteros, que coño!!!

1 comentario:

  1. Desde ya me pongo a ensayar la Magallonera. Que, si hay que ponerse en plan fan, hago lo que sea por pillar primera fila jejejeje

    E.P.

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