Día de fiesta para los arnedanos que sacan a las puertas de sus casas barbacoas para celebrar las fiestas de San José como es tradición con una buena brasa y toros a la tarde.
Arnedo Arena, plaza de toros moderna, grande, con buenas instalaciones, eso si con un frío del carajo que de no ser por Don Julián nos hubiera amargado la tarde.
Calle Libertad arriba, Calle Libertad abajo se disfruta del buen vino, las tapas y la gente del lugar, ambiente del norte por excelencia.
Ganado de Garcigrande - Domingo Hernandez, sin ser exagerado para nada pero bien presentado para la plaza que nos encontramos, la suerte de varas no fue excelsa, pero creo que ya sabíamos que ni lo iba a ser ni era lo importante.
Con movimiento todos, nobleza y gran clase en la embestida, estando un escalón por debajo el último de la tarde.
4 OREJAS Juli, que pudieron ser mas de no ser por la espada y 1 OREJA Urdiales.
J.Arroyo / Aplausos |
Varias reflexiones tras la corrida:
La primera y creo que la mas importante es que nos hemos divertido, por momentos nos hemos emocionado, salimos de los tendidos comentando el toreo de El Juli, cohones hemos visto toreo del bueno. Que tal y como está todo ya es bastante. "Hemos visto mas hoy que en una semana de Fallas" se comentaba a la salida.
La segunda que Juli esta en un momento para ir a verlo, da igual con que ganado. Muy en torero, con ese poder que apabulla. Te llegará mas o menos su forma de concebir el toreo, pero que torea largo, hondo, roto y por abajo no se le puede discutir. Después ya entraríamos en que pa gusto los colores.
La tercera que Diego Urdiales arriesgaba mucho anunciándose en un mano a mano con el Juli en su casa. Seguro que lo sabia y ayer por desgracia lo sufrió. Valiente por apostar. Se brindaron ambos un toro, uno dando las gracias por venir a mi tierra y compartir cartel en mi casa. El otro disculpándose por el mal rato que te voy a hacer pasar, ya que voy a bordar el toreo por momentos. Abandonaba Urdiales el albero andando con cara de esto es lo que hay señores. Esto ante tus paisanos en un trago amargo de pasar.
Vuelta para casa, con sensación de vacío.
Cuando uno disfruta y se emociona en una plaza de toros,
cuando se para el reloj,
cuando no se nota el frío,
cuando te levantas con los olés...
Entonces es cuando viene ese vacío en el aficionado.
No saber cuando volverás a sentir viendo torear.
Es muy difícil pero merece la pena esperar.
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